Cuando no puedas ni levantar la cabeza siquiera. Cuando sientas que todo se desmorona. Cuando te sientas solo entre un millón de personas. Camina. No hagas nada mas. Absolutamente nada. Camina sin rumbo fijo, piérdete, ya te encontrarán... Camina hasta que te duelan los pies, quítate los zapatos, siente el suelo, vibra con cada uno de tus pasos. Para. No pienses. Solo déjate llevar, respira, no, así no, respira profundamente, siente como el aire recorre tu cuerpo, te inunda. Suéltalo, vacíate, y que ese aire se lleve consigo aquello que te atormenta.Grita. Pero no pares! Sigue andando, tu corazón marcará el ritmo, cada latido es un paso, cada paso un suspiro, eres dueño de ti, y de todo lo que sucede en tu vida. Eres invencible, sigue caminando, solo tú sabes cuando parar.
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